Mientras me hallaba entre el abrazo que reconfortaba de la reina de los bosques, entre historia y relato, intuí la procedencia de mi extraña narradora, al preguntarse si me hallaba en lo cierto, ella misma narró cuál era su propio destino.
Allá, en un tiempo indefinido, vivía una mujer que tras un grave accidente recordó las mil vidas que había tenido desde el nacimiento de su alma. Durante dichas vidas, había pasado por todas las escalas sociales y variopintos oficios.
Al acumular todo el conocimiento de sus mil vidas es una, alcanzó la sabiduría y adquirió numerosos poderes, entre ellos el de transformar su propia mortalidad, recuperar la magia olvidada y así poder cambiar todo lo que quisiera a su antojo. Pero esas experiencias, también le habían enseñado la bondad, la humildad, el amor, aunque también sabía que era la maldad.
Hubo un tiempo en que se propuso interferir en el curso de la caótica humanidad que conocía, pero su sabiduría no le dejó, el respeto por la libertad era más fuerte que deseo de ver un mundo mejor.
Así que, para no sufrir en la eternidad por su irremediable decisión, se convirtió en la reina y protectora de aquello que más amaba, los bosques.
El narrador
3/12/2025
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La página que sigue a La diosa de la transformación es: Insomnio.
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